Ramón Pardo.- Castelló El grupo de gobierno de la Diputación de Castelló sacó ayer adelante su enmienda a la totalidad a una moción del PSPV para aplicar medidas correctoras del cambio climático. Así la mayoría del PP acordó rechazar las desaladoras por ser contrarias a los objetivos del protocolo de Kyoto. Mantuvo de la moción original socialista la cooperación con los municipios para dotarles de un elemento estratégico para luchar contra ese cambio, agruparse en la red de Ciudades por el Clima y solicitar a las administraciones publicas que consensuen sus actuaciones con los ayuntamientos afectados. El presidente del PP y de la diputación, Carlos Fabra, volvió a poner sobre la mesa del debate la reivindicación de su partido del trasvase del Ebro, con el argumento, también compartido por el portavoz Vicent Aparici, de que el trasvase era menos contaminante que la desalación. Apuntaron que para generar un metro cúbico de agua desalada se consumen 5 kilovatios de energía eléctrica mientras que el trasvase sólo 2. Al tiempo que la desalación genera el doble de emisiones de C02 a la atmósfera. La tecnología no convence De nada sirvieron las argumentaciones de la nacionalista Maria Gràcia Molés y del socialista Francesc Colomer en el sentido de que las modernas tecnologías ya palian esos efectos contaminantes y que las desaladoras están en sintonía con las normativas comunitarias que les dan financiación mientras que el trasvase «insostenible medioambientalmente» no los recibió, recalcó el socialista. Colomer planteó la inclusión de los ayuntamientos castellonenses y la diputación en el proyecto Ciudades por el Clima, a lo que Fabra replicó que ya estaban en marcha desde hacia meses las gestiones en ese sentido. El estado de ejecución del presupuesto al concluir el tercer trimestre también fue motivo de enfrentamiento y contraposición de ideas entre Fabra y Colomer. El segundo destacó que sólo la Administración central cumple y transfiere los fondos comprometidos, en tanto que la Generalitat Valenciana presenta niveles más bajos de cumplimiento. El presidente replicó al socialista con datos de su gestión en el Ayuntamiento de Benicàssim, lo que fue jaleado por los diputados populares. Tampoco el ex portavoz y alcalde de Onda, Enrique Navarro, se libró de una referencia sobre la baja ejecución del presupuesto de su ayuntamiento su presupuesto. Los distintos enfoques sobre la fórmula en la que Castelló Cultura puede acercar la cultura a los pueblos del interior planteada por el PSPV en un moción generó nuevos desencuentros. Igual que la moción del Bloc para recuperar la gratuidad del aparcamiento del Hospital General, algo a lo que el PP se opuso frontalmente. Purines y POYS En la sesión también se acordó las actuaciones a realizar para garantizar la viabilidad del plan de purines, cambiando el subproducto y plantándoles el rescate de la concesión si da pérdidas y se dio vía libre al plan de obras y servicios (POYS) 2008 con 217 obras y 16 millones de inversión. También aprobó el pleno de la institución provincial la undécima modificación de crédito por 9 millones de euros para atender compromisos de años anteriores. Antes, en junta de gobierno se aprobaron el plan de accesos y el de infraestructuras municipales.
Fuente: Levante (El Mercantil Valenciano)
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